Por: JORGE CONSUEGRA*
He de confesar que jamás había oído hablar del Estambulí Petros Márkaris, pero por esas cosas extrañas de la literatura- y de los libros-, un día cualquiera, sumergiéndome en extenso océano de la Novela Negra, encontré su nombre al lado de un elogioso comentario a su obra “Noticias de la noche” que había publicado Tusquets, en la colección Andanzas en el 2007. Obviamente, sin perder tiempo, busqué en Bogotá las coordenadas del distribuidor del sello y pregunté por el autor ¡Eureka! ¡Dos novelas! La arriba mencionada y “El accionista mayoritario” ¡A leer! “Noticias de la noche” es sencillamente fascinante. Un día cualquiera el inspector Kostas Jaritos, que se une a la legión de los investigadores como Kurt Wallander, Charlie Parker, Sam Spade, Nick Charles y Lucy Jones entre muchos más, recibe una angustiosa llamada en donde le dicen que un par de inmigrantes albaneses habían sido asesinados. De inmediato inicia la investigación y a las pocas horas otra llamada en donde le anuncian que la periodista Yanna Karayorgui fue hallada muerta en el camerino del estudio de televisión en donde trabajaba. Jaritos recibe la orden de asumir las dos investigaciones y cuando empieza a hacer el boceto de los dos casos, descubre de repente que algo une estos hechos, entonces trata de atar cabos y cuando se prende el primer bombillo que despeja la autoría de los asesinatos, de nuevo suena el teléfono móvil y quien habla al otro lado de la línea, es el jefe quien le dice que fue hallada muerta otra periodista: Marza Kostaraku… Cuando tenía la certeza que podía desenredar la madeja en un abrir y cerrar de ojos, Jaritos sabe que ese laberinto le enreda su vida y aún más con su mujer, amante de estrenar zapatos todos los días y su hija que vive al otro lado del país y que espera poder celebrar la Navidad con sus padres. La enorme lupa investigadora y su ajada libreta de apuntes, hacen que Jaritos se introduzca en el peligroso mundo del tráfico de niños en donde los inmigrantes juegan un papel muy importante y poco a poco, aunque ya la música de Diciembre invade todos los rincones de Atenas, el investigador pasa horas enteras atisbando a los posibles asesinos, hasta que por fin, casi en los linderos del Nuevo Año, logra darle solución a tan macabros hechos. Pero lo maravilloso- y esto lo convierte en miembro especial de la logia de la Novela Negra- es que el mismo Jaritos se sorprende cuando descubre que el criminal es el personaje menos pensado, el más cercano, el más serio y el más- aunque no se crea- “inocente” de toda la trama. La fascinación por este maravilloso nativo de Estambul, empieza por su mismo nombre, nuevo en el mundo mágico de la Novela Negra. Márkaris es hijo de padre armenio y madre griega. Y aunque estudió economía, nunca se sintió como pez en el agua en esta profesión, sino cuando empezó a escribir guiones para los más importantes directores de cine griego. Y sigue esta fascinación por los nombres y el rol de los personajes, ajenos a nuestra cotidianidad, como Elena Duru, Alois Hacek, Dímitra Sumadaki, Lambros Zisis, Kostis, Panos, Sotiris, Kuka y muchos más. Pero además de la extraordinaria trama en la novela, está el humor negro, negrísimo, como cuando cuenta que llega a su casa y se encuentra con su mujer completamente pegada al televisor y aunque la saluda con un estentóreo ¡Hola!, ella permanece en un mundo absolutamente ajeno y para despabilarla, él le ofrece dinero para comprar zapatos nuevos…Entonces ocurre el ¡Pop! y regresa a la realidad, convirtiéndose en la más amorosa de las mujeres. Aún más. Márkaris llama “la generación de los cincuenta” a los muchachos de hoy “porque su vocabulario se reduce a cincuenta palabras. Si quitamos “joder”, “marica” y “huevón”, nos quedan cuarenta y siete de renta contributiva”. Su filosofía es universal: “Los errores los cometen siempre los subordinados. Los jefes nunca se equivocan” y asegura que “no es lo mismo ser gay que maricón. No es lo mismo ser policía que polizonte”. Se convierte, en nombre de Antonanaki, uno de los personajes, en un bravísima feminista: “Los hombres son la causa de todos los males que sufrimos las mujeres. Que son cobardes e inútiles, y hacen con nosotras lo que se les antoja. Y que hay que tenerlos sólo mientras le sirvan a una, y después tirarlos como pañuelos usados”. Dice, para espanto de unos y pasmo de otros, que “lo bueno de las librerías es entrar a robar libros porque los necesitas”. Finalmente, Noticias de la noche es una muy bien lograda “cartilla” de historia griega, pues mientras Márkaris va buceando en la trama, al mismo tiempo va contando cómo fue la época de los coroneles, la dictadura, la tortura, las desapariciones forzadas. Nos recuerda, sin lugar a dudas “Estado sitio” y “Z” del genial e inolvidable Costa Gavras, quien hizo la primera, basada en la novela de Vassilis Vassilikos.